lunes, 9 de octubre de 2017



Un café, un viejo cuaderno, y palabras que se desgastan entre verbos y recuerdos.
Un mensaje que se acaba, una historia que comienza por el fin, entre senderos de letras
que ya no te nombran.
Un café, una mañana, hojas en blanco que se llenan de tintas viejas; de viejas historias,
de notas  que llaman.

Un café, un viejo cuaderno, y la eterna manía de transcribir el Alma…

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