LA MAGIA DE LA NOCHE...
La magia de la noche se hizo hechizo en
las palabras. En mi jardín, la luz de la oxidada lámpara jugaba con sombras. Ahí
estaba ella, con sus alas celestiales jugando a ser mariposa, y hada de mis
verbos.
Un baile de embrujo y tradiciones envolvió
las luces para renacer en espejos del alma.
La magia de la noche, o tal vez el encanto
del amanecer, me regalaron un sueño de artemisas, hechiceras, artesanas de
manos por crear. El hechizo se hizo palabra, y tu nombre, Elizabeth, en ella se
hizo mujer...