Escribo tus manos y pinto tus versos,
dibujo tu rostro
y lo guardo en mis sueños.
Camino por fantasías, y descanso en imaginarios senderos;
pero no dejo de guardar entre el corazón
y mi alma viajera, esa mañana en que tus ojos se hicieron Vida en un relato pasajero.
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