ELIZABETH...
Desde mis sueños, eternamente he guardado una pluma y una palabra.
Como un viejo escritor del antaño, siempre he creído que la tinta es sangre del
alma vertida en papeles.
Tal vez, un sobre, una pluma, y hasta una
rosa, conformen el sueño de abrir un día cualquiera el cofre que la vida me proveyó...Y
ahí, siempre estarás Tu, mujer de mis días…Una rosa, siempre será la maravilla
de un poeta, un sobre, el secreto guardado, y una pluma; la portadora de la
sangre que en tintas y palabras tu nombre escribirá…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario