viernes, 4 de diciembre de 2015


UN DÍA MAS...PARA VIVIR



Era un día mas para vivir, me levante como siempre, bebiendo el café de siempre, leyendo el diario de siempre. Sì; un día mas, de todos los días.
Abrí la puerta de mi casa, y me dirigí a tomar el bus.Lo normal de mis días.
Baje después de veinte minutos de viaje, en la cuarta esquina del centro de mi ciudad. A trabajar igual que todos los días, pues para mi, era un día mas.Y fue en esa esquina, en el bar donde mi segundo café tiene gusto a olvido, estaba sentado en la puerta un linyera. Como era de suponer, estaba molestando la entrada al Bar,o quizás era su presencia, vaya a saber.
Un día mas, pero no se porque motivo, me senté junto al linyera quien demostraba cariño a los que llegamos al lugar.Un día mas, pero ese día, si ese, decidí no ir al trabajo y platicar con este hombrecito. Lo invite a sentarse en mi rincón predilecto de mi Bar, mi Bar, por concurrir durante veinte años a él.Me hablo de su vida, de sus sueños, lloro en mis brazos, y rió en mis hombros. Y no fui a trabajar, y pasamos horas entre sus recuerdos de vida, y mis niñez olvidada. Se hacia de noche, y el linyera me dijo:"Amigo, tienes familia".Respondí que si."Entonces tienes a donde ir hoy", perturbado conteste que sí.Me miro con ojos sonrientes, de esos que nunca se olvidan, y me dijo:"sabes que fecha es hoy?"...No lo sabia...24 de diciembre..."Gracias por haber estado hoy conmigo" me respondió.
Salí apresurado para regresar a mi hogar y vivir la festividad de este día.
El día 26 volví al Bar, donde el dueño me pregunto que me había sucedido hace dos días.Entre risas le conté lo vivido; y el muy serio me dijo:"Estuviste hablando solo en tu mesa favorita..solo..."
Ahí recordé las palabras de mi padre:Si un mendigo aparece en tu vida, ábrele las puertas, pues es Dios que viene a visitarte..



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